"FORMENTERA, El desembarque de las Pitiusas" por E.E.E.

Nada más ni nada menos que 14 personajes de Rubí partían de Barcelona con la intención de desembarcar en Formentera previo paso por Ibiza. La mayoría de los integrantes del comando desconocían cuando volverían a casa, cuando podrían volver a ver a sus familias, cuando podrían volver a comer caliente y dormir bajo techo.

Desembarcamos en Ibiza y tras 2 días en la isla blanca nos dimos cuenta que no iba a ser fácil movernos con un grupo tan grande, así que tuvimos que sacrificar a la mitad del grupo i tirar-los al mar (ought!! Ya estoy inventando!! perdón). Bueno llegamos a Formentera todo el grupo completo, al cabo de 3 o 4 dias , seis miembros importantísimos en la expedición iban a volver a la península por motivos varios, esto fue un golpe muy duro para el resto de el comando. Tras la baja de los 6 supervivientes el grupo tuvo que organizarse mejor, alquilamos unas bicicletas i fuimos conociendo la isla a ritmo de pedal.

El comandante Pau Gilabert, protagonizó uno de los hechos mas significativos y que iban a marcar la dinámica de los siguientes días. Mientras yo me dirigía solo en bici hacia la gran fonda pepe, escuche su voz por detrás diciéndome: “AS titula: Gile da la sorpresa!” En efecto, dio la sorpresa, tenia en sus manos una llave de una moto de algún despistado italiano. La noche transcurrió con normalidad: Pajuelo desnudo en la barra de un bar de moda, conociendo gente muy diversa, y como no sobando la mona a la sombra de cualquier pino. Al despertar recordamos la existencia de las llaves, toda la expedición partió en bicicleta menos Marta Meix, yo y las llaves de la moto. Encontramos la moto la encendimos y nos fuimos de paseo con ella; aquello no iba a ser un simple paseo, sino que aquella moto azul iba a ser nuestra compañera de viaje hasta el día en que dejamos la isla, así sin pensar mas fuimos desplazándonos en ella por toda la isla, pasándonos controles, provocando el kaos en todas las gasolineras etc. etc.

Los días iban pasando entre fugonets, esterillas, y playas cristalinas. Realmente era un ritmo de vida perfecto ; nuestra casa era la isla, dormíamos en sus bosques, nos bañábamos en sus playas, nos tajábamos en sus fondas …

Llegó otro día clave Pajuelo, Nuri i Cristina dejaban la isla tras grandes momentos vividos, después de grandes tajas d vodka rojo, innumerables ataques de exhibicionismo y algún que otro accidente. El grupo ahora era mínimo: Betzonnes, Marta Meix, Pau Gilabert y yo. El mirlo empezó a volar día a día mas bajo acercándose al día 20, la convivencia ahora era mas sencilla, incluso podíamos movernos en coche por la isla.

En pocos días las chicas regresaron también a la península, eso si no sin problemas; liaron un percal considerable antes de coger el barco.
Solo quedábamos dos en la isla, Pau Gilabert y yo. Este episodio final lo contara mi compañero en breve(?).

Sólo me queda hacer gran mención y recuerdo de personajes como: Raimon, Javi Jamon, Joan Camell, Berta, Valenciana, Chuky, Fuego amarillo, Fuego negro, cantautor pureta, Paco reauges y mas grandes individuos que amenizaron nuestra estancia allí.

A TODOS ESTOS Y POR SUPUESTO A EL COMANDO FORMENTERA...

GRACIAS!!